Conocer cuáles son las partes de nuestro vehículo preferido resulta de gran utilidad para poder sacarle el máximo rendimiento y convertirte en un verdadero ciclista experto. Desde el manillar, hasta los pedales y el sistema de transmisión completo. Todo tiene su función especial, convirtiéndo a la bicicleta en uno de los mejores medios de transporte desde siempre. Además, al saber cuáles son las partes de una bicicleta podrás saber también cómo funcionan exactamente, detectar si algo está fallando y repararlo cuanto antes. Y, por supuesto, efectuar su mantenimiento como es debido para evitar el deterioro de algunas piezas. Vamos a explorar nuevas rutas de conocimiento en este artículo. ¿Estás preparado/a?
Hablar de las partes de una bicicleta nos permite adentrarnos en las entrañas de este vehículo, conociendo cuáles son los componentes del mecanismo de la bicicleta que, al final, es el que lo hace funcionar. Sin entrar en más dilaciones, analizamos las partes de la bicicleta y sus funciones.
El cuadro puede considerarse como lo que define la bicicleta. Es decir, la estructura o el esqueleto. Este tiene forma triangular (generalmente) y puede estar fabricado con diferentes materiales, dependiendo de estos la bicicleta será más resistente o menos, pero también más ligera o más pesada. Los más usados son la fibra de carbono y el aluminio.
Es la parte delantera de la bicicleta y la que se encarga de unir la rueda delantera con el cuadro. En la horquilla de la bicicleta también puedes encontrar también la suspensión, dependiendo del modelo de bici de montaña. Incluso, es posible encontrar una doble suspensión que se ubica en el centro del vehículo. Aquí puedes conocer cuál es la diferencia entre bicicleta rígida o doble suspensión.
Esta pieza de la bicicleta tiene una misión muy importante que consiste en alinear la cadena a la hora de cambiar entre un piñón u otro, para que la transición sea efectiva. Este va pegado al cuadro y forma parte del sistema de transmisión de la bicicleta.
Está ubicado en la parte trasera y sirve para subir o bajar piñones. El mismo forma parte del sistema de engranajes y de transmisión. Gracias a él podrás cambiar la relación entre el pedaleo y la velocidad.
Son engranajes en forma de discos y con dientes alrededor de ellos que sirven para conectar la cadena y llevar a cabo el movimiento del mecanismo. Estos pueden ser de varios tamaños y su conjunto es conocido como cassette. Se ubica en el eje de la rueda trasera.
Son como los piñones, pero se ubican en la parte delantera de la bicicleta. En concreto, en el eje de los pedales. Las bicicletas pueden tener de 1 a 3 platos, la cantidad suele variar en función de si se trata de una bici de montaña o de carretera. Por supuesto, forma parte del sistema de transmisión de la bicicleta.
Su función principal es la de transmitir la fuerza del pedaleo a la rueda trasera. Esta le da sentido al sistema de transmisión basado en plato / cassette. Al igual que otras piezas de la bicicleta, tiene una vida útil y su mantenimiento (limpiar y engrasar) influye en su duración.
Se encuentra ubicado en la parte central del cuadro. En él van integradas las bielas, en concreto, a través del eje de pedalier que pasa por dentro del mismo en forma de barra horizontal.
Las bielas están conectadas al eje de pedalier y a los pedales. Nos permiten empujar el desarrollo y llevar a cabo la tracción. De hecho, son como los brazos de la bicicleta.
Los hay de varios tipos diferentes, en función de la marca fabricante. La clasificación general de los mismos se basa en pedales convencionales, automáticos y semiautomáticos. Gracias a ellos podemos hacer fuerza con los pies y mover el mecanismo de engranajes completo.
Es el “tubo” que une el cuadro de la bicicleta con el sillín. Gracias a ella el sillín queda completamente fijado al vehículo.
Nos permite apoyar el glúteo para manejar la bicicleta sentados. Al igual que ocurre con los pedales, podemos encontrar muchos tipos diferentes de sillines, en función de su holgura, el acolchado, si cuentan con ranura en su interior…
Las ruedas por supuesto son indispensables y como puedes imaginar, también sufren desgaste, al igual que la cadena (en concreto, lo que se desgastan son las cubiertas, estas son las únicas piezas que entran en contacto directo con el suelo y su dibujo influye de manera directa en la modalidad de ciclismo que vayas a practicar y en el terreno por el que pretendas rodar). En las ruedas podemos encontrar también los radios. No te olvides de consultar esta guía de compra de ruedas de bicicleta de carretera.
Es la parte delantera de la bicicleta, donde se agarran las manos para poder controlar el vehículo. Gracias a él podemos mantener la dirección deseada y aguantar el equilibrio, además sobre él reposan las manetas de freno y de cambio.
Esta pieza sirve para unir el manillar al tubo de dirección de la horquilla de una bicicleta. La misma se caracteriza por su longitud y su inclinación, influyendo directamente en la posición del ciclista. Las hay de varios tipos y su elección depende de la práctica de ciclismo.
Son los neumáticos y pueden ser de varios tipos. Nos encontramos con el convencional con cámara, el tubular y el tubeless. Tanto las cubiertas de carretera como las de montaña presentan dibujos para mejorar la tracción y el agarre.
Son los responsables de mantener la rueda centrada y evitar que se deforme. Proporcionan estabilidad y rigidez.
También los hay de muchos tipos, aunque los más usados son los de zapata o los de disco. Estos tienen la función principal de detener la bicicleta y están conectados a las manetas a través de un sistema cableado o hidráulico.
Montamos en la bicicleta a diario y pocas veces nos paramos a pensar cómo funciona exactamente. Ahora ya sabes cuáles son las partes de una bicicleta y sus funciones, y esto te da la posibilidad de entender con mayor claridad cómo es el mecanismo de la bicicleta y cómo se estructura. Es decir, cómo funciona el sistema de transmisión de bicicletas, así como también el sistema de frenado y el de suspensión (este último es más habitual en las MTB, ya que incorpora partes de una bicicleta de montaña específicas). En resumidas cuentas, el funcionamiento se basa en la conversión de la energía de nuestro pedaleo en energía cinética (de movimiento). De hecho, logran una eficiencia del 90% de esta conversión, siendo las máquinas más eficientes hasta el momento.
Las bicicletas están equipadas con una gran variedad de engranajes, que son los piñones con dientes (con forma de disco) unidos a la rueda trasera. Estos están conectados con una cadena a un conjunto de manivelas que son propulsadas por los pedales. Además, los múltiples engranajes que están situados en el eje trasero son de diferente tamaño y la cadena puede cambiar de unos a otros mediante la palanca de cambio. En consecuencia, el ciclista puede ir más rápido o reducir su velocidad y esfuerzo al pedalear cuesta arriba. Es importante destacar que en el momento en el que se cambian los engranajes o piñones entra en juego el desviador, que se encarga de alinear su posición sobre estos. Además, cuanto más grande es el piñón, más difícil es el pedaleo porque requiere un mayor esfuerzo, pero se avanza más rápidamente.
Este es el funcionamiento básico de una bicicleta, ahora bien, puede haber variaciones dependiendo de si se trata de una bicicleta de carretera o una de montaña. El número de piñones y la velocidad también influyen en el funcionamiento, así como el modelo específico y su aerodinámica. Por ejemplo, la bicicleta Scott Foil RC Pro del tipo Aero cuenta con un total de 24 velocidades, que pueden adaptarse en función de las irregularidades, la pendiente y la intensidad del terreno. En cambio, un modelo enduro como el Scott Ransom 900 Tuned AXS solo tiene 12 porque priman otros aspectos como la amortiguación, razón por la cual cuenta con una horquilla FOX 38 Float Factory 170 mm y otra FOX Nude TR EVOL, TwinLoc, 170 mm de última generación que mejora la comodidad y la adaptabilidad a las irregularidades y obstáculos del terreno.