Si comparamos el cuadro de la bicicleta con el cuerpo humano, este sería como el esqueleto. Es el armazón que sostiene todos los componentes de la bicicleta, como el manillar, el sillín, las ruedas, los pedales y los frenos. Y, por supuesto, todas las piezas que conforman la estructura de cada uno de ellos. Este puede ser de muchos tipos diferentes, teniendo en cuenta la forma de la bicicleta —o tipo de bicicleta—, que influye de manera considerable en la aerodinámica, y el material con el que ha sido fabricado. En este artículo vamos a centrarnos, sobre todo, en explicar cuáles son los materiales del cuadro de la bicicleta que existen y sus características. ¡Sigue leyendo!
En realidad, hablar de una bicicleta, tipos de cuadro y clasificación es referirse prácticamente a los tipos de bicicleta que existen. Estos pueden variar dependiendo de la forma, por ejemplo, con una curvatura más inclinada —como en el caso de las bicicletas cross country y las bicicletas de montaña, en general— o ser más planos y jugar con la horizontalidad —como ocurre con las bicicletas de carretera, donde la aerodinámica y la velocidad juegan un papel muy importante—. También podemos encontrar cuadros con curvaturas, véase por ejemplo el de las bicicletas enduro o cuadros totalmente inclinados y con un grado de perpendicularidad mayor, como el de las bicicletas trial.
Ahora bien, aparte de la forma —que resulta muy importante para la modalidad de ciclismo que vaya a practicarse—, hay que tener en cuenta también el material, de hecho, es lo más importante, ya que de ello dependerá el peso de la bicicleta y afectará considerablemente a nuestro rendimiento. Por ello, al hablar de materiales, cuadro, bicicleta y tipos es fundamental que conozcas los siguientes:
Antiguamente era el más utilizado debido a su bajo precio. Ahora bien, actualmente está descatalogado y solamente es posible encontrarlo en bicicletas antiguas de segunda mano. El principal inconveniente de este tipo de cuadros de bicicleta era que se oxidaban fácilmente —a pesar de haber sido tratados para evitarlo—, pero también que resultaban muy pesados.
El cuadro de acero para bicicleta fue uno de los más utilizados en el pasado, de hecho en 1970 todos los cuadros de las bicicletas se fabricaban con este metal. Hoy en día es posible encontrarlo en algunos modelos, sobre todo en las bicis low cost destinadas a quienes se inician en el mundo del ciclismo. Sin embargo, es importante aclarar que cada vez está más desfasado. La principal ventaja de este material es que resulta más barato, tiene una gran durabilidad y es fácil de reparar en casos de abolladura o perforación. Además, resulta muy resistente, por lo que es una buena opción para transportar mucho peso en alforjas y/o mochilas. Ahora bien, es más pesado que el resto de materiales actuales y es más sensible a la oxidación. Es importante señalar que actualmente es posible encontrar cuadros de acero especial en bicicletas de gama alta, concretamente de CroMo, que es una aleación de cromo y molibdeno y resulta más resistente y ligero que el acero convencional.
Hoy en día la bicicleta con cuadro de aluminio es la más popular de todas —aunque no es el mejor material—. Lo podemos encontrar en cuadros y manillares, así como en bielas, tijas y otros componentes del vehículo. El mismo suele estar disponible en una o varias gamas de las principales marcas fabricantes de bicicletas. La principal cualidad del aluminio es que presenta una densidad muy baja, lo que hace que sea más ligero y fácil de manejar durante su fabricación. Además, los tubos pueden tener un grosor variable, lo que se traduce en una excelente combinación de rigidez y ligereza. También es más resistente a la corrosión que el acero, sin embargo, es más difícil de reparar que este último. En términos de presupuesto, los cuadros de aluminio suelen ser la mejor opción en cuanto a relación calidad-precio y son los más recomendados para aficionados al ciclismo. Ahora bien, resultan menos resistentes que otros materiales, por lo que pueden sufrir fatiga si se utilizan de manera intensiva.
El carbono es un material que resulta muy ligero y rígido y, como puedes imaginar, se emplea en bicicletas de gama alta. Este presenta una excelente absorción de las vibraciones y puede ser moldeado fácilmente en el momento de su fabricación —puede ser adaptado a prácticamente cualquier geometría—. De hecho, hoy en día se ha convertido en el material estrella en la industria del ciclismo. El carbono se expande y se contrae sin problemas en función de la tensión y de los kilos que tenga que absorber en todo momento, mejorando la comodidad al pedalear en trazados irregulares y durante largas jornadas. Por otro lado, no tiene el problema del acero y del aluminio frente a la corrosión. Ahora bien, la principal desventaja, en comparación con el resto, es el precio, que resulta más elevado.
El cuadro de bicicleta de titanio compite con el de carbono por el primer puesto. Este cuenta con la ventaja de ser tan fuerte como el acero y ligero y resistente a la corrosión como el carbono —apenas reacciona al oxígeno—. De hecho, las bicicletas de titanio son prácticamente indestructibles, siempre y cuando se hayan fabricado de manera óptima. Sin embargo, su precio es muy elevado ya que resulta más difícil de soldar, justamente por su escasa reacción al oxígeno. Para su fabricación se requiere de cámaras llenas de gas argón. Debido a su precio tan elevado, son muchas las marcas que renuncian a su fabricación.
Como habrás visto, cada material tiene sus propias peculiaridades lo que hace que influya en determinados aspectos que afectan a la aerodinámica y que sus características resulten muy diferentes entre sí. A rasgos generales, en el momento de elegir un tipo cuadro de bicicleta debes de tener en cuenta lo siguiente: