La cadena para la bicicleta es la que nos permite transmitir la fuerza de cada pedalada a la rueda trasera, que es la que ejerce el movimiento mediante el sistema compuesto por las bielas, platos, pedalier y piñones —además, por supuesto, de la cadena—. No todas las cadenas de las bicicletas son iguales ni se adaptan de la misma manera al vehículo. Elegir entre una u otra es una tarea que puede resultar compleja, sobre todo si no cuentas con mucha experiencia. Es por ese motivo por el cual te recomendamos que tengas en cuenta los consejos que te explicamos aquí y que te resultarán de gran utilidad. ¡Vamos a ello!
Antes de entrar de lleno en el tema es importante responder a este enunciado sobre cuándo cambiar la cadena para la bicicleta. Como es obvio, al igual que ocurre con otras piezas de la bicicleta que están siempre en constante funcionamiento, la cadena se desgasta por el uso y debe ser reemplazada cada cierto tiempo. No se trata de un límite de kilómetros establecidos por el fabricante ni mucho menos, generalmente tiene que ver con el cuidado que se le dé o su mantenimiento, pero también otros muchos factores. Para comprobar si debes cambiar o no la cadena te recomendamos que pruebes lo siguiente:
En la actualidad podemos encontrarnos con una gran variedad de fabricantes de cadenas. Lo que debes tener en cuenta es que estas cambian en función de la relación de marchas y velocidades y eso es lo más importante que debes tener en cuenta al comprar una cadena para tu bicicleta. Las más populares son las siguientes:
Además, dependiendo de las velocidades, es posible hacer una distinción entre cadenas para bicicleta de montaña, cadenas para bicicleta de carretera o cadenas para bicicleta de ciudad. En el siguiente apartado te explicamos qué debes tener en cuenta.
Como indicábamos, son muchos los factores que influyen en la elección de una cadena u otra para la bicicleta, teniendo en cuenta que existen una gran variedad de fabricantes y de modelos de bicicletas diferentes. Por ello, te recomendamos que —antes que nada— tengas en cuenta lo siguiente.
Es lo primero en lo que debes fijarte. Tienes que averiguar el número de piñones que tiene la bicicleta. Para ello observa el cassette que está ubicado en la rueda trasera y cuenta los piñones (estos discos unidos entre sí varían en función del diámetro, lo que influye en la velocidad del vehículo y la intensidad de la pedalada). El diámetro de los piñones suele ser el mismo en todas las bicicletas y la cantidad de estos puede variar desde los 8 hasta los 12 pasos. Ahora bien, hay que tener en cuenta que lo que puede presentar incompatibilidades entre una marca y otra es la distancia que hay entre cada uno de ellos. Y esto es muy importante ya que al cambiar de marcha puede provocar que la cadena se salga. Nuestra recomendación, por lo tanto, además de comprar una cadena con el mismo número de pasos, es que sea de la misma marca para asegurarte que el grosor que tiene la pieza es el que se corresponde con el piñón en cuestión.
Es lo siguiente que debes tener en cuenta, aunque en este caso no se trata de cuestiones de compatibilidad, son las características especiales de la cadena en cuestión. Estas pueden influir en que el cambio de velocidad sea más suave o más ligero —aunque, debes tener en cuenta que el precio será más elevado en este último caso—. Hay cadenas, por ejemplo, que tienen bordes angulados para que el salto entre piñones sea más suave y otras que tienen cortes en las placas y usan pernos huecos para hacerlas más ligeras y reducir el peso total de la bicicleta.
Lo más importante es que la cadena sea compatible con el piñón de la bicicleta. Así, la cadena se acoplará perfectamente, no habrá saltos bruscos cada vez que cambies de marcha y, por supuesto, la vida útil de ambas piezas del sistema de transmisión del movimiento se extenderá. A nivel general ten en cuenta el siguiente listado de compatibilidades:
Ahora bien, no ocurre lo mismo con las siguientes marcas, las cuales suelen presentar incompatibilidades:
Lo cierto es que no se trata de un aspecto determinante siempre y cuando haya un exceso de eslabones. Esto es así debido a que la mayoría de las cadenas suelen contar con más eslabones de los necesarios. En estos casos bastará con quitar los que sobren y para ello puedes medir la nueva cadena con la cadena que ya tenías. También puedes colocar la cadena en el plato grande y piñón grande y quitar el resto de eslabones sobrantes.